El solo hecho de saber que se tiene que someter a un proceso de selección para aspirar a un cargo hace que el candidato sienta de entrada cierta ansiedad. Pero más que todo depende del postulante la dificultad para enfrentar cada etapa del proceso.
Los empleadores ponen pruebas en las diferentes fases del proceso de selección que les permitan elegir realmente al candidato más idóneo para el cargo que necesitan suplir. Algunas pruebas, desde luego, pueden ser más complejas que otras, pero en realidad la dificultad se la pone el postulante cuando aspira a vacantes que no van con su perfil o, por ejemplo, cuando desde el comienzo no es sincero con sus capacidades, conocimientos y experiencia. Hoy en día todos los pasos en un proceso de selección son exigentes y difíciles. Las empresas buscan tener la mayor cantidad de información del candidato que va a contratar y existe una gran competencia.
Se recomienda a los aspirantes deben estar dispuestos a participar en cada paso, prepararse correctamente, y tener paciencia ya que no siempre la velocidad con que ocurren las cosas son las que la persona quisiera.
En un proceso de selección tradicional los postulantes deberán enfrentarse a entrevistas y evaluaciones tanto individuales como grupales, a pruebas técnicas y psicológicas y, de igual manera, a estudios de seguridad. Tú puedes pasar y destacarte en la mayoría de las etapas del proceso de selección, pero si en el estudio de seguridad no te va bien, puedes quedar descartado y no ser contratado.
Por tales motivos, los mejores consejos para que no se te haga un tormento el proceso de selección son, en el mismo grado de importancia, investigar la empresa, tener lo más claro posible las funciones del cargo y por qué las puedes realizar. Además, sustentar tus fortalezas, competencias y habilidades blandas y explicar de manera adecuada tus áreas de desarrollo.
También es positivo tener ejemplos claros e interesantes de tus logros, estudiar la hoja de vida, tener claridad de qué has hecho y cuándo lo hiciste. Y tener identificadas tus expectativas, es decir, qué buscas en un nuevo trabajo, por qué te interesa vincularte con la compañía, cuánto quieres ganar, etcétera.
Para las pruebas psicológicas, por ejemplo, la recomendación que da la experta es que seas muy honesto, contestar como eres realmente y no como crees que el empleador desea. “Hoy en día los candidatos buscan información en internet donde se explica cómo contestar algunas pruebas, y eso no es algo tan recomendable porque se pueden distorsionar los resultados y, por seguir unas instrucciones, podrían no ser los mejores”, advierte.
De igual forma, no mientas al hablar sobre tus conocimientos en idiomas o manejo de software, porque al momento de realizar las pruebas técnicas, tú sudas frío debido a que no sabrás cómo demostrar lo que dijiste que sabías.
En el caso de los estudios de seguridad, que incluyen la investigación de antecedentes, manejo financiero, verificación de estudios y de referencias laborales y, en muchos casos, polígrafo, la recomendación es contarle al futuro empleador si existe algún tema ‘difícil’ que se deba conocer antes de que salga en el estudio.
En síntesis, lo más importante es que desde un comienzo tú te postules a las vacantes que se ajustan más a tu perfil profesional y, como consecuencia de eso, a ti se te harán menos complicados los procesos de selección.
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