Las personas no solo podemos expresarnos con palabras, nuestro cuerpo humano también tiene su propio lenguaje, la mayor parte del tiempo solemos no ser conscientes de que transmitimos con él, por lo que algunas de las conductoras que tenemos son muy nocivas para la comunicación y contribuyen a arruinar nuestra imagen profesional, estropear un negocio o hasta dificultar una relación personal.
Para que estés más pendiente de esto te diremos 10 errores comunes que cometemos con nuestro lenguaje corporal.
1 Evitar el contacto visual.
Eludir la mirada de tu interlocutor puede ser interpretado como una falta de interés o un indicio de ocultación, aunque por sí solo no es un indicador fiable de la mentira.
2 Encorvar la postura.
Adoptar una postura encorvada se vincula con bajos niveles de energía, tristeza y tendencia depresiva. El encogimiento corporal da una imagen de baja autoestima y falta de confianza.
3 Dar la mano sin firmeza.
Un apretón de manos sin energía -o sin contactar completamente ambas palmas-, puede interpretarse como falta de autoridad o una personalidad débil. Por el contrario, un exceso de fuerza puede entenderse como agresividad.
4 Contraer los brazos.
Cruzar o contraer los brazos no siempre es una postura de cierre, depende del contexto y del resto del lenguaje corporal, pero puede apreciarse como una barrera, bloqueo o falta de transparencia.
5 Mirar hacia abajo.
Bajar la mirada mientras hablamos resta fuerza a nuestra argumentación y nos hace parecer débiles, inseguros o incómodos, a no ser que lo hagamos como un gesto reflexivo.
6 Echarse hacia atrás.
Inclinar hacia atrás el cuerpo o separarnos excesivamente de nuestro interlocutor expresa desagrado, falta de interés o desconfianza.
7 Manosear con inquietud.
El manoseo de objetos o partes de nuestro cuerpo (manos, pelo, cara,…) indica descontrol emocional, nerviosismo y ansiedad.
8 Invadir el espacio íntimo.
Ocupar el espacio íntimo de otra persona, o tocar sus objetos personales o de trabajo, te presenta como alguien irrespetuoso y que no tiene claros los límites. (La distancia íntima depende de la cultura y la personalidad, aunque generalmente la referencia es unos 45 centímetros).
9 Mirar el reloj.
Consultar el reloj cuando alguien nos habla o mirar más allá de nuestro interlocutor puede comunicar desinterés y arrogancia.
10 Fruncir el ceño.
Juntar y bajar las cejas sobre la nariz es una expresión típica de ira, que puede interpretarse como infelicidad o desacuerdo. Muchas veces lo hacemos de forma inconsciente, cuando nos interesamos por algo o enfocamos la mirada.
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